Guardia de seguridad de estancia fue asesinado de un disparo en la cabeza

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En la mañana de ayer se confirmó el peor final para el guardia de seguridad de una estancia ubicada en la localidad de Arroyito, departamento de Concepción, quien estaba desaparecido desde el pasado miércoles. Su cadáver fue hallado con un disparo de arma de fuego en la cabeza y, según los investigadores, el caso se trató de una ejecución. El EPP no está involucrado, afirman.

El fiscal Pablo René Zárate confirmó que el peón Fabio Duarte (23), quien había estado desaparecido desde el pasado miércoles, fue hallado ayer a tempranas horas de la mañana muerto de un balazo.

El agente fiscal dijo que la víctima tenía signos de haber sido ejecutado, ya que la bala que lo mató tiene como orificio de entrada la parte de atrás de la cabeza. El proyectil traspasó el cráneo.

“Según las características, el médico determinó que el joven fue ejecutado. Tuvo un disparo que fue realizado desde atrás, que ingresó en la parte posterior de la oreja y salió en la zona de la ceja”, dijo el fiscal Zárate.

Miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) hallaron el cuerpo sin vida de Duarte dentro de la estancia Santa Adelia, a unos 1.500 metros del lugar donde había desaparecido.

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El guardia ya no tenía su escopeta y un revólver, tampoco su teléfono celular, según informaron.

El teniente coronel Víctor Urdapilleta, vocero de la FTC, en contacto con ABC Cardinal, dijo que posiblemente el guardia fue llevado a otro sitio donde lo mataron y luego trajeron el cadáver para arrojarlo en el lugar del hallazgo.

El militar estima esto debido a que el jueves cuando hicieron un rastrillaje por la zona no hallaron ningún rastro de Duarte.

Urdapilleta señaló que se descarta que el crimen haya sido perpetrado por el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) por el tipo de arma utilizado para matar al guardia, que fue un rifle calibre 22.

También el vocero apuntó que el sangriento hecho fue perpetrado por grupos de abigeos que suelen ingresar a la estancia o se trata de un caso de ajuste de cuentas. El militar apuntó que varios compañeros de Duarte coincidieron en decir que ya hubo enfrentamiento con los abigeos. Tras conocerse el fatal desenlace llegaron hasta la estancia Santa Adelia familiares del peón y entre ellos Leticia Orué (21), esposa de Duarte, quien dijo que el miércoles al mediodía fue la última vez que habló con él y después ya no volvió a llamar.

Leticia Orué manifestó que su esposo llevaba trabajando como custodio de los linderos de la estancia Santa Adelia nueve meses y que el jueves debía pedir permiso para realizar una gestión, pero nunca apareció.