Agentes policiales de la comisaría 10ª Central no cuentan todavía con mayores datos sobre las dos personas que en la noche del miércoles mataron a Luis Domingo Martínez, de 46 años, quien se negó a entregar su motocicleta.
Expertos de Criminalística levantaron evidencias del crimen ocurrido a las 21:00 en las calles Wenceslao Marecos y Teófilo Alcaraz del barrio Central de Mariano Roque Alonso, donde dos motochorros, que se movilizaban en una motocicleta interceptaron a Martínez, quien iba también en un biciclo Kenton, tipo GTR, negro.
Los asaltantes le exigieron que entregue su móvil; hubo un intento de huir de parte de Luis Domingo, pero en eso le dispararon y lo mataron en el lugar, para después llevarse la motocicleta. Solo eso se llevaron de su víctima, ya que no tocaron los otros objetos que tenía Martínez, como ser su billetera que contenía dinero.
Martínez es guardia de seguridad de un motel ubicado en Mariano Roque Alonso, pero estaba libre en la noche del miércoles.
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Minutos antes había ido a buscar cerveza de una bodega y cuando estaba regresando fue que lo interceptaron los asaltantes.
También se supo que su motocicleta la había comprado hace poco, tal vez por eso fue que no quería entregarla tan fácilmente a los ladrones, lo que finalmente tuvo un costo muy alto.
El único hilo conductor para esclarecer este crimen lo dio el mismo Luis Martínez, quien antes de morir habría mencionado el apodo del autor del disparo, por lo que este gatilló nuevamente provocándole la muerte, para luego huir del lugar con el biciclo. Para la policía, los que mataron al guardia son exmiembros de la banda del ya fallecido Nelson López, alias Yacaré Po, que siguen operando en la zona de Mariano Roque Alonso.
El brutal crimen se dio en el mismo día en que la Policía Nacional montó un acto con la presencia del presidente de la República, Horacio Cartes, para la entrega de motocicletas donadas por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
En el acto se habló de redoblar la seguridad de las personas en las calles con patrullajes en los diferentes barrios; sin embargo todavía no se había desmontado toda la tarima frente a la Comandancia de la Policía, cuando un trabajador moría a consecuencia de las balas de dos motochorros, quienes operaron con total impunidad en la vía pública de Mariano Roque Alonso.
