Los investigadores confirmaron que los pistoleros que formaban parte de la organización de Rafaat Toumani ahora se reagruparon e intentan evitar que elementos de otras organizaciones criminales como el Primer Comando Capital (PCC), Comando Vermelho (rojo) y otras del estado de Paraná se instalen en la ciudad para controlar las remesas de cocaína, marihuana y armas hacia el mercado de consumo del Brasil, explicaron.
Los uniformados lograron identificar a cuatro de los que supuestamente participaron del atentado del domingo, en el que perdieron la vida el brasileño Fabio Villalba da Silva (23) y los hermanos Esteban y Nelson Benítez Espinoza.
Según los policías, los ocupantes del vehículo desde el cual efectuaron los disparos eran conocidos solo con los apodos de Levi, Magila, Regis y Giménez. Estos eran vistos con mucha frecuencia en los distintos comercios que Rafaat Toumani tenía montados en la frontera.
Inclusive, sospechan que integrarían la nómina de empleados de la empresa de seguridad privada “Gaal Seguridad”, que pertenecía a Rafaat, pero que era dirigida operativamente por el comisario principal retirado Enrique Alfonzo Cattonar. Dicha firma era utilizada por el capo de frontera para registrar todas las armas de grueso calibre con las que mantenía el control en Pedro Juan Caballero.
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Tras el triple homicidio, los agentes capturaron a una pareja compuesta por Artemio Giménez Aguilar y Mirna Lorena Colmán Benítez, en cuya vivienda ubicada en el barrio Mariscal Estigarribia de Pedro Juan Caballero, fue encontrado un lote de municiones compuesto por 23 cartuchos de calibre 9 mm y 197 proyectiles calibre 7.62.
Los uniformados señalaron que tienen datos precisos de que el miembro del PCC, identificado como Elton Leonel Rumich da Silva, alias Galán, estaba al mando de la camioneta desde la cual efectuaron los disparos con fusil ametralladora calibre 50 contra Rafaat Toumani.
De acuerdo con los informes, Galán, quien sería el nuevo capo de la frontera, también resultó herido durante el tiroteo y estaría internado en un centro asistencial de la zona, bajo la protección de la mafia.