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En la mañana del sábado último, agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) capturaron al líder de la organización criminal carioca Tercer Comando Puro (TCP), Carlos Eduardo Sales Cardoso, alias Capilé, en una lujosa residencia ubicada en 25 de Mayo esquina RI 4 Curupayty del barrio Villa Aurelia de la capital. Junto al mafioso buscado en su país por tráfico de drogas y homicidio, fueron detenidos su esposa Jucelia Nolasco Batista, sus dos hijos menores de edad, su suegro Aloisio Batista de Oliveira y el presunto pistolero Taralo Domingos Leal Junior.
Todos ellos fueron rápidamente expulsados del país. En la cabecera del Puente de la Amistad en Ciudad del Este fueron entregados a miembros de la Policía brasileña, informaron.
El fiscal de la unidad Antidrogas y Contra el Crimen Organizado Hugo Volpe confirmó ayer que la esposa y los hijos de Capilé contaban con cédulas de identidad paraguaya, con sus mismos nombres, pero supuestamente nacidos en la localidad de Yasy Cañy, departamento de Canindeyú.
Es más, la mujer adquirió la casa donde fueron detenidos ya con su cédula de identidad paraguaya. Mientras que Capilé consiguió la radicación con un documento brasileño original, pero de contenido falso, en el que figuraba como Eduardo Pereira do Nascimiento.
A raíz de esta situación, el fiscal Volpe confirmó que iniciará una exhaustiva investigación para averiguar quiénes fueron los responsables de haber proveído los documentos a la familia del narco, que desde hace dos años operaba desde Asunción, con total impunidad.
Las pesquisas se centrarán en el departamento de Identificaciones de la Policía, donde se sospecha que en los últimos tiempos se han entregado cédulas paraguayas de contenido falso a miembros de organizaciones de criminales que utilizan nuestro país como refugio. Aparentemente existe toda una red de uniformados que se dedica a documentar a criminales internacionales, señalaron. En nuestro país se detectó la presencia de miembros de al menos seis organizaciones criminales del Brasil, que paulatinamente han ido emigrando hacia el Paraguay, precisamente por la corrupción de los organismos de seguridad, dijeron.