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El hecho ocurrió el 22 de mayo de este año en una casa ubicada en la ciudad de Fernando de la Mora.
Tras cortar las venas a su hija y dejarla morir desangrada, la agente policial destinada al Departamento de Identificaciones intentó suicidarse infligiéndose una herida en el estómago, pero resultó auxiliada.
Ahora, el fiscal Ortiz decidió imputarla por homicidio doloso y pidió su prisión preventiva.
De acuerdo a los datos, la autora del hecho tomó esta drástica determinación a raíz de un cuadro depresivo, porque desde hace un año su hija quedó postrada en cama en estado vegetativo. Durante la pesquisa, se comprobó que si bien la mujer sufría este cuadro, era consciente de lo que cometía. Ahora, se expone a una pena máxima de hasta 30 años de cárcel.
La joven Camila Belén quedó con hipoxia cerebral en mayo de 2017.
Había sido reportada como desaparecida, y luego fue hallada inconsciente cerca del lago Ypacaraí, sin indicios de haber sido violentada.