Indicios tienden a implicar más a la expareja de comerciante en crimen

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Los indicios de la investigación del crimen de un comerciante y una menor de 13 años, asesinados a tiros el pasado 30 de diciembre en un depósito de Capiatá, tiende a comprometer cada vez más a la exconcubina del primero, cuya actual pareja fue detenida el lunes último. Ayer se realizaron tres allanamientos con relación al caso.

Fuentes policiales ligadas a la pesquisa informaron que la menor de 14 años, la única que sobrevivió al ataque que segó la vida del comerciante Isidro Almeida (51) y su hermana de 13 años, se ratificó en la implicancia en el crimen de Blas José Resquín Baranda (25), detenido la tarde del lunes en Capiatá.

Resquín es la actual pareja sentimental de María Fátima Ramírez Rodríguez (31), exconcubina de Almeida.

Según los antecedentes, la sospechosa y el comerciante pusieron fin hace tiempo a su relación de diez años e iniciaron la repartición de bienes y negocios.

“Surgió un conflicto entre ellos porque todos los bienes estaban a nombre de ella. Por otra parte, está la forma en que se perpetró el crimen”, indicó el comisario Germán Arévalo, jefe de Investigación de Delitos de Central.

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“Los asesinos entraron sin violentar las puertas ni candados; sabían bien que las cámaras de circuito cerrado no funcionaban. También conocían la ubicación de las habitaciones, por eso pasaron directamente al dormitorio de las víctimas y también sabían dónde Almeida tenía guardada la escopeta, que luego se usó para perpetrar el crimen”, precisó.

“Estamos buscando elementos técnicos como filmaciones, cruce de llamadas, comparaciones de vestigios de supuesta sangre que se encontró en un trapo de piso en la pieza que alquila Resquín”, afirmó Arévalo.

La investigación está a cargo de agentes de Investigación de Delitos de la Policía de Central y es dirigida por el fiscal Blas Imas.

Cateos con evidencias

La Policía y la Fiscalía realizaron ayer varios allanamientos en Capiatá con relación al asesinato de Isidro Almeida y la menor de 13 años. El primero tuvo lugar en un inquilinato que habita Blas José Resquín, ubicado en el barrio María Auxiliadora de Capiatá. Allí se levantó un trapo con manchas de supuesta sangre y calzados deportivos que van a ser comparados con las huellas encontradas en el sitio del asesinato.

También allanaron la casa de María Fátima Ramírez, donde confiscaron la memoria del circuito cerrado, tres celulares, llaves y llaves de candados.