Instan a reclusos a la reconciliación

Como el pueblo de Israel que fue expulsado de Egipto y Dios les guió el camino, va a aparecer “ una gran luz, una antorcha grande, esa gran luz que va a ser para ustedes como aquel que camina para alejarse de las tinieblas”, dijo el obispo en la primera parte de la homilía.

Siguió diciendo: “Esa luz vamos a encontrar, vamos a buscar, porque la luz es Dios, es Jesucristo. La luz tiene la gracia de Dios, significa amor, solidaridad, libertad, amistad”.

Pidió dejar de lado la intolerancia. “A veces estamos nerviosos, estamos mal con nuestros hermanos. Recuerden esa música ‘anive ñarorairõ, anive jaikovai’ (no vamos a pelearnos más, ni enfrentarnos), ese es un mensaje de superar todo lo que es tiniebla, todo lo que es nerviosismo, todo lo que es intolerancia”.

Agregó: “Este canto nos ayuda a superar tantas cosas. Qué lindo cuando rezamos a Dios, nos reconciliamos, nos pedimos perdón, otra vez, nos abrazamos y nos queremos, entonces mejoramos nuestra vida. Se convierten en personas de bien, sensatas alegres”.

Resaltó la figura del hijo de Dios. “Jesús es uno de nosotros. Se hizo niño, se hizo pobre. Jesús experimentó todo el sufrimiento, el dolor y el abandono, como nosotros experimentamos. Esa es la experiencia de misericordia de Dios. Ese es el mensaje de la Navidad”.

Luego instó: “Nosotros en este ambiente de dificultad vamos a reconciliarnos, vamos a pedir disculpas, vamos a ser misericordiosos”.

“Qué lindo es decir cuando alguien tiene misericordia aichejáranga (pobre rostro de Dios). Cada uno que sufre es imagen de Jesucristo. Cada uno que llora es Jesucristo que llora. Qué lindo es tener ese sentimiento de ayudarle, de escucharle, de ser un paño de lágrima para el prójimo que sufre”, refirió.

“Si cada uno hace eso, entonces nuestra comunidad va a ser más sensata, alegre, más cristiana”, refirió.

En otro momento dijo: “La Navidad es familia y ustedes hacen una linda familia aquí”.

Exhortó a vivir en ambiente de hermandad, de respeto, de tolerancia, “porque ese es el espíritu de la Navidad. Dios se hizo hombre para que nosotros podamos reconocer el amor misericordioso que tenemos cada uno de nosotros”.

El arzobispo pidió la fuerza de amar, de ser hermanos entre nosotros.

“Que la Navidad tenga que ser celebrada con abrazos que sea en familia, de hermanos. Recemos para poder salir cuanto antes y disfrutar de la libertad”.