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Ambos fueron imputados por la fiscala Teresa Martínez luego de que una paraguaya de nombre Nélida Raquel Cardozo Taboada (21) cayera en el aeropuerto de París, Francia, con 1,1 kilogramos de cocaína en el estómago. La joven dijo haber sido contratada en Paraguay por el libanés y que debía llegar con la droga hasta Varsovia, Polonia.
A partir de este caso, la Policía comenzó a indagar las actividades de Fadel y pronto trascendió que el libanés es, presuntamente, uno de los principales elementos de una red que maneja un sólido esquema de lavado de dinero desde Ciudad del Este y que recauda principalmente a través del narcotráfico.
Según la pesquisa, Wassim el Abd Fadel es un importante operador en Paraguay de la organización islámica Hizbulá, y encargado justamente de recaudar dinero y remesarlo a bancos de Estambul, en Turquía, y Damasco, en Siria, a cuentas manejadas por los administradores financieros del grupo terrorista.
Estos fondos recibidos por Hizbulá no solo desde la Triple Frontera, sino desde distintos puntos del planeta donde también cuentan con operadores, son utilizados generalmente para adiestar y financiar actos terroristas.
Lo que la Policía sospecha es que una de las modalidades empleadas por el grupo de Fadel para recaudar es el acopio de drogas en la Triple Frontera y su envío al mercado europeo, a través de mulas paraguayas.
Informes filtrados revelaron, además, que Wassim el Abd Fadel tiene una fastuosa mansión en su ciudad natal, Touline, al sur de Beirut, la capital de Líbano.
Los informantes también contaron a la Policía que actualmente el libanés les alquila esa mansión a unos iraníes.
La propiedad está situada a metros de la casa donde también vivía el hombre fuerte del Hizbulá, Ghaleb Awali, asesinado en Siria en 2004, en un atentado atribuido al grupo suní denominado Los soldados de Damasco, según los datos de inteligencia antiterrorista.