Joven que quedó parapléjico presenta querella contra policías “gatillo fácil”

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Richard Ramón Pereira Ramírez, técnico en reparación de celulares, de 25 años, que quedó parapléjico tras ser baleado por policías “gatillo fácil”, querelló ayer a los agentes que participaron en el procedimiento irregular. Se trata de Jhonie Orihuela Chávez y José Ignacio Zárate Barreto, ambos con prisión preventiva por disposición del juez Paublino Escobar.

La acción, radicada bajo patrocinio de los abogados Jorge Bogarín, Bettina Legal y Richard Rojas, es por homicidio doloso en grado de tentativa, lesión grave, persecución de inocentes y simulación de hecho punible con relación al suboficial 1° de O.S. Orihuela.

Por otro lado, los hechos punibles atribuidos al comisario Zárate son persecución de inocente, simulación de hecho punible, denuncia falsa, inducción a un subordinado a cometer hecho punible y frustración de la persecución y ejecución penal.

El hecho que dio origen al proceso ocurrió alrededor de las 04:30 del 13 de agosto pasado, durante un procedimiento realizado por agentes de la comisaría Cuarta en la vía pública 24 Proyectada y Pa’i Pérez de la capital.

Minutos antes, Pereira estuvo compartiendo con algunos amigos en un local de la 5ª Avenida y cuando se disponía a regresar a su casa, ubicada en 24 Proyectada y Capitán Figari, fue interceptado por los agentes.

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Atemorizado por los antecedentes de pedidos de dinero por agentes de la zona, el joven aceleró su vehículo de marca Peugeot, lo cual desató una persecución.

“Me interceptaron en 24 proyectada casi Pa’i Pérez de Asunción, a pocas cuadras de mi domicilio, en un callejón sin salida. En ese momento descendí del automóvil con las manos arriba, siendo apuntado ya desde ese momento por el suboficial 1° de O.S. Jhonie Osvaldo Orihuela Chávez”, relata.

“Este personal policial me zarandea de mi campera, obligándome a arrodillarme y ante el forcejo caigo boca abajo al piso, atajándome con su rodilla puesta sobre mi espalda. En este momento escucho un disparo de arma de fuego y siento algo caliente a la altura de mi cuello”, relata Pereira, para luego precisar que el disparo afectó gravemente su médula espinal, debido a que la bala quedó alojada en la misma, situación que le ocasionó graves secuelas que afectan su movilidad.

Finalmente, Pereira exige una sanción con “todo el peso de la ley” para sus agresores.

Ayer, el abogado Rodolfo Mendoza asumió la defensa del comisario Zárate.

“Plantaron” evidencias

La acción destaca que una vez herido Richard Pereira, los agentes querellados intentaron “plantar” evidencias para justificar la agresión. Dice que primero pretendieron poner un arma en la mano del joven, que cerró fuertemente la mano con lo cual imposibilitó esta acción, y luego “introdujeron un paquetito de marihuana en su vehículo”.