La joyería asaltada pertenece a Francisco Recalde y resultó víctima su esposa Tatiana Torres, quien en ese momento atendía el negocio. Según datos, los malvivientes llegaron a la joyería a la hora indicada en una motocicleta tipo cobrador, de color negro. Uno de ellos descendió y tras quitarse el casco ingresó como cliente.
El extraño comenzó a otear el sitio, pero cuando la mujer vio que el otro iba a entrar le cerró la puerta, al sospechar que se trataba de un asaltante. Pero el sujeto que aún se encontraba dentro sacó un arma de fuego, presumiblemente una pistola 9 milímetros, y tras apuntarla le intimó a que le dejara pasar a su cómplice.
Los maleantes se apropiaron del dinero que tenía guardado y un lote de joyas de valor aún no determinado, además de la computadora. Intervinieron agentes de la comisaría 6ª de Criminalística y de Robos y Hurtos.
