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Judith Andraschko, exministra de la Secretaría de Acción Social (SAS) durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, fue condenada el 9 de diciembre de 2013 a 5 años de cárcel por compras sobrefacturadas de tierra para asentamientos de familias de escasos recursos.
Solo cumplió dos años y dos meses en la cárcel. Estuvo casi dos años con arresto domiciliario y ahora plantea libertad condicional por el compurgamiento de las tres cuartas partes de su pena.
La jueza de ejecución Ana María Llanes confirmó ayer que la exministra pidió su libertad condicional.
Indicó que ahora fijará una audiencia para escuchar a las partes y el planteamiento de la defensa será analizado. Andraschko debe presentar informes psicológicos y sociales positivos, además de un dictamen en ese sentido del la cárcel del Buen Pastor.
De acuerdo a los antecedentes, la exministra fue condenada por la compra de inmuebles de Luque, Limpio e Itacurubí de la Cordillera que ocasionaron un perjuicio en contra la SAS de G. 1.653.040.148.
Algunas de las propiedades adquiridas eran esterales, por lo que no se podía habitar en el lugar.
La exministra fue remitida a la cárcel del Buen Pastor el día que escuchó su condena, pero solo estuvo por escasos cinco días.
El 14 de diciembre de 2013, el propio tribunal que la halló culpable le otorgó un cuestionado arresto domiciliario. Los jueces Manuel Aguirre, Fabián Escobar y Eva de Witte enviaron a su casa a Andraschko, como también al condenado Rodrigo Lezcano, sentenciado a 4 años de cárcel.
El 15 de setiembre de 2015, la exministra retornó al Buen Pastor por orden de la Cámara de Apelaciones. Ahora pretende que se compute ese tiempo, además del arresto domiciliario.
Privilegios de condenado
Rodrigo Lezcano, condenado a 4 años de cárcel junto con Judith Andraschko por el desvío de más de G. 1.600 millones por ser el responsable del programa de Pra-Tierras, está prófugo y hasta se intentó beneficiarlo con una libertad condicional sin cumplir su pena en la cárcel. Esto último fue revocado por la Cámara de Apelaciones porque no se dio intervención a la fiscala de ejecución Rosa Heinroth. La jueza de ejecución Lourdes Scura le había dado la libertad.