Sin embargo, una de las movidas más llamativas ordenadas por el comandante, comisario general Luis Rojas, fue la destitución del director de Apoyo Táctico, comisario general Darío Aguayo, quien había sido nombrado hace solo un mes para asegurar la custodia del capo Jarvis Chimenes Pavão, quien debe permanecer en la Agrupación Especializada hasta diciembre de este año, cuando completa su sentencia de ocho años y tiene que ser extraditado al Brasil.
El nombramiento de Aguayo se había producido luego de que se filtraran datos de que Pavão podría ser ayudado a escapar antes de fin de año. Incluso, la seguridad en el cuartel policial fue triplicada por esa sospecha, pero ahora el encargado de la custodia del criminal internacional quedó cesado.
Miguel Leguizamón es otro de los 6 comisarios generales que estaban para ascender pero que al final fueron echados sin explicación, incluso pese a que ese jefe fue uno de los proyectistas de la nueva ley orgánica.
