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Jarvis Chimenes Pavão fue entregado al Brasil el jueves último. El capo va a recibir su cumpleaños número 50, este 16 de enero, en una celda de aislamiento de la penitenciaría federal de máxima seguridad de Mossoró, en el estado de Río Grande del Norte, a más de 4.000 kilómetros de Asunción.
En Brasil, ahora, Jarvis empezó a cumplir otra sentencia de 17 años y 9 meses por tráfico de cocaína en Camboriú, pero le espera otro proceso en el cual podría ser condenado a otros 33 años. Esta última causa tiene que ver con el envío de drogas a Porto Alegre, en operativos que supuestamente el mismo Pavão supervisaba desde Tacumbú.
Justamente, los privilegios que tenía en la principal prisión de Paraguay tumbaron en su momento a la ministra de Justicia, Carla Bacigalupo, a las máximas autoridades penitenciarias del país, y hasta al juez Rubén Ayala Brun, quien sigue suspendido, tras un sonado escándalo en el cual tuvo que intervenir el propio presidente Horacio Cartes.
Aunque políticamente el Gobierno tal vez ganó mayor tranquilidad con la ida de Pavão al Brasil, en Paraguay quedarán impunes varios crímenes atribuidos al capo.
La mayoría de esos casos ni siquiera fueron investigados a fondo, para no generarle otro proceso al narcotraficante, porque así se podría retrasar su extradición, que es lo que precisamente Jarvis pretendía.
Guadiacárcel y su hijo
Uno de ellos es el asesinato del guardiacárcel de Tacumbú Mario Lezcano Mereles (48) y del hijo de este, Mario Alberto Lezcano Villalba, en un atentado ocurrido en Lambaré, el 24 agosto de 2016.
Un mes antes, el citado custodio había sido uno de los que descubrió la bomba con la cual Pavão supuestamente iba a volar uno de los muros para propiciar una fuga masiva y eludir su inminente extradición.
La Policía incluso mencionó inicialmente a Jarvis como mandante, pero después el caso se enfrió.
Hermanas decapitadas
El 8 de junio de este año, las hermanas Adriana Aguayo Báez (28) y Fabiana Aguayo Báez (23) fueron secuestradas de su casa de Pedro Juan Caballero. Al día siguiente, fueron hallados sus restos descuartizados y quemados. Las cabezas de ambas aparecieron en otro lugar.
Según se comprobó con una investigación policial, el macabro crimen fue cometido por una célula del PCC, cuyos integrantes fueron arrestados por otro hecho, pero que a su vez fueron entregados al Brasil sin ser juzgados por el doble homicidio de las hermanas.
Estas fueron eliminadas, al parecer, por orden de Jarvis, ya que las chicas supuestamente estaban conectadas a los sicarios que mataron al hermano del capo, Ronny Chimenes Pavão, en el lado brasileño de la frontera.
El caso Rafaat
Aunque el propio Pavão negó haber conspirado para el asesinato del otro gran capo Jorge Rafaat Toumani, registrado el 15 de junio de 2016 en Pedro Juan Caballero, los organismos de seguridad también lo apuntaron directamente. De hecho, el sicario que mató a Rafaat, posteriormente, fue acogido y resguardado en Tacumbú por el propio Jarvis.
Pero así como varios otros hechos, estos ahora seguramente quedarán en la nada.