Los tentáculos de Cucho llegaban a la Corte, al Jurado y a la Fiscalía

Las escuchas telefónicas de Reinaldo Javier Cabaña Santacruz, alias Cucho, sugieren que su abogado Santiago Luis Cano Cubas estaba al tanto de todas las operaciones ilícitas de su cliente. El diputado Ulises Quintana, por su lado, era utilizado para llegar a la Corte Suprema, al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y a la Fiscalía.

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Una llamada del 5 de julio pasado, que le hizo el abogado Cano a Cucho, revela que el primero manejaba más que la defensa del supuesto narco.

“Olimpio (Olimpio Rojas, exdiputado) le va a hablar al nuevo miembro del Jurado de Enjuiciamiento, ese que juró, y vamos a hablar nosotros con Ulises (Ulises Quintana, diputado preso) para que se mueva a través de Romero Roa (Ramón Romero Roa, diputado colorado). O sea nosotros nomás otra vez vamos a solucionar todo”, le anuncia el abogado a Cucho, en referencia a una causa judicial que querían “cocinar”.

“¿No tiene los contactos piko?”, pregunta Cucho.

El abogado responde: “Bajac (Miguel Óscar Bajac, exministro de la Corte) ya va a salir la próxima semana. Ya va a dejar su cargo, dice. Máximo, lo que puede hacer, es hablar con uno de sus relatores y hablar con uno de los miembros de nuestro tribunal”.

“¿Y después...?”, insiste Cucho. Santiago Cano plantea: “Este fin de semana vamos a conversar con Ulises”.

Fiscala y comisario

En otra conversación grabada entre Cano y Cucho, que data del 16 de julio pasado, el abogado le dice al supuesto narco: “Avisámena un poco, cuando puedas hablar con Uli (Ulises Quintana) para que me pueda acompañar a la Fiscalía de Presidente Franco. Viste esa denuncia que hizo Víctor Aguilar en mi contra, eso nosotros íbamos a arreglar por tres millones con el asistente que estaba ahí, pero al final se le trasladó, vino otro, un mariconcito ahí de Asunción, que se hace el ñembo ídolo y le habló a la fiscala”.

Mientras Cucho asiente todo, el abogado añade: “Este fin de semana la fiscala estuvo hablando con la escribana. Y la escribana me llamó y me dijo, esto, aquello, que Víctor Aguilar se fue a hablar con la fiscala general. Y que la fiscala general le llamó y le apretó todo mal, que por qué no se imputa”.

El abogado agrega que supuestamente la fiscala de la causa le dijo que Víctor Aguilar (la contraparte) tiene prensa, y que él respondió que también puede llevar a la prensa.

“En vez de darle a ese asistente de morondanga, en vez de darle plata a ellos, que me acompañe nomás Ulises (Ulises Quintana)”, prosigue con su plan el abogado.

Cucho le responde que Ulises Quintana estaría al día siguiente en Asunción, a lo que el abogado le pide que el diputado entonces lo acompañe a su regreso de Asunción o que directamente le llame a la fiscala de la causa para que le ordene que le ayude.

“Cómo se llama la fiscala”, pregunta Cucho.

“Lolia Zunilda Martínez”, contesta el abogado, quien agrega que incluso ya le llamó al marido de la fiscala, el comisario general retirado Fidel Godoy Elli. Cucho responde con una grosería al escuchar el nombre del comisario. Después, terminan hablando de una causa en el Tribunal de Cuentas, que el diputado Ulises Quintana también tenía que agilizar.

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