Marcelo Piloto puso de rodillas al país

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El crimen organizado transnacional, principalmente el proveniente desde Brasil, puso de rodillas al Paraguay este año. Uno de sus principales protagonistas fue Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, alias Marcelo Piloto. Este jefe del Comando Vermelho, quien fue capturado a finales de 2017 en Itapúa, no quería ser enviado por nada del mundo a su país y, para evitarlo, planificó un operativo para huir, mandó a preparar un coche bomba, y luego mató a una joven en su celda.

El primer “error” de la Justicia paraguaya en el caso de Marcelo Piloto fue no haberlo expulsado inmediatamente después de ser capturado. Pese a que tenía pendiente una elevada condena en el Brasil, la Fiscalía de Paraguay le abrió un proceso por violación de identidad y tenencia de arma de fuego, delitos menores.

El criminal fue recluido inicialmente en la cárcel de Emboscada y después fue llevado a la base policial Agrupación Especializada, al detectarse que había un plan para tratar de huir. Como ya era inminente su extradición, Marcelo Piloto organizó otro operativo, que fue encabezado por su novia y quien, sin embargo, cayó presa junto a otros cuatro brasileños que tenían un arsenal de armas de guerra.

Después el capo apeló al mismo libreto de Jarvis Chimenes Pavão, consistente en enviar mensajes al Gobierno a través de la prensa y de declararse culpable del tráfico de drogas y armas en el país.

Como parecía que no le iban a seguir el juego, mandó preparar un coche bomba, que fue descubierto, y luego mató a una joven a quien contrató para que lo visitara. Tras esto, fue expulsado por el Gobierno.

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