Sin embargo, lo que todavía no se puede identificar es en qué administración se registraron los extravíos, pues el pasado 9 de julio el entonces comandante de la Policía, Luis Carlos Rojas, pidió un informe al respecto y había tiempo hasta el 23 de julio para entregar el inventario. Rojas recibió el informe recién el 15 de agosto, cuando se tuvo conocimiento de la desaparición de esas armas. Estos datos ya fueron remitidos al Ministerio Público.
Por su parte, el actual comandante de la Policía, Bartolomé Báez López, manifestó que las 42 armas largas que fueron cambiadas por juguetes no debieron haber sido robadas de Armas y Municiones. Responsabilizó al jefe saliente, el sumariado comisario principal José Benjamín Segovia Cáceres. Báez López contó que en su momento Segovia elevó informe sobre el inventario en su unidad, con la nota de “sin novedad”, por lo que pudo deberse “a que no revisó o es irresponsable”.
