PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, de nuestra redacción regional). Una de las víctimas fue Pedro Yanel Barúa Acosta (35) suboficial Inspector de la Policía, que contaba con medidas alternativas a la prisión ya que desde enero pasado estaba procesado por robo de vehículos y reducción.
Los otros dos asesinados son Delio Rosevel Santacruz Ramírez (31) y su cuñado Venancio Ramón Romero (27), todos ellos domiciliados en la misma zona, informaron fuentes policiales.
A un costado de los cuerpos quedó la camioneta que era del agente y una nota que decía “por robar a inocente, no robar camioneta”, y llevaba la firma de los llamados “Justicieros de la Frontera”.
De acuerdo con los investigadores, las tres víctimas estaban vinculadas con robo de vehículos en la capital del Amambay.
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En la mañana del martes 8 de enero pasado, el suboficial Barúa Acosta fue detenido después de que una comitiva judicial encontrara en el patio de su vivienda dos camionetas de la marca Toyota, que fueron denunciadas como robadas en un asaltos en la ciudad de Ponta Porã, Brasil.
El uniformado fue procesado y separado del cuadro policial, pero la justicia lo benefició con medidas alternativas, hecho que aparentemente aprovechó para reclutar a los otros dos y crear su propia gavilla.
En las últimas semanas, la banda de maleantes fue denunciada por asaltos a mano armada, robos domiciliarios y hasta abigeatos en la misma región, por lo que se convirtió en un verdadero peligro para toda la ciudadanía, señalaron.
Ante esta situación, los llamados “Justicieros de la Frontera” procedieron a detenerlos y luego a eliminarlos a tiros, como advertencia para los demás ladrones que operan en la zona, dijeron.