Tras el escándalo, se supo que la empresa utiliza el referido nombre gracias a una medida cautelar dictada en el año 2008 que, a pesar de haber sido apelada en su momento por el representante legal de Don Vito Original, hasta la fecha sigue pendiente de resolución.
El pleito empezó tras la muerte de Carlos Scura, hijo del creador de la marca, cuya viuda, María Gloria Evangelista Bergman, abrió otra fábrica (la intervenida) y pasó a proveer a varios locales.
Ante esta situación, Don Vito Original accionó para cerrar los locales que vendían empanadas con su marca, pero que no eran elaboradas en su fábrica.
A su vez, María Gloria inició un juicio de nulidad de registro de marca, en el marco del cual obtuvo una resolución que le permitió el uso de la marca. La resolución, dictada por el juez Hugo Morán el 28 de abril del 2008 y que dispuso además una medida de innovar, fue apelada por Don Vito Original.
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Los camaristas Óscar Paiva Valdovinos, Marcos Riera Hunter y María Sol Zuccolillo tienen el caso en estudio desde entonces.