“Motochorros” asaltan y balean a embarazada

Una estudiante de Enfermería que tiene cuatro hijos y que está con un embarazo gemelar de 13 semanas fue asaltada y baleada ayer por dos “motochorros”, en San Lorenzo. Los marginales fueron perseguidos y capturados sobre la Ruta 1.

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SAN LORENZO (Antonia Delvalle Castillo, corresponsal). El asalto ocurrió ayer a las 10:00 sobre la avenida Avelino Martínez, frente al depósito del Ministerio Público, en el barrio San Rafael de esta ciudad.

La víctima fue Wilma Castillo Noguera, de 30 años, oriunda del distrito de Maracaná, Canindeyú, pero que actualmente vive en Puerto Pabla, Lambaré, porque está a punto de recibirse de licenciada en Enfermería.

Según los datos, la mujer bajó de un colectivo y se dirigía a un taller mecánico para encontrarse con el padre de sus gemelos que están en camino e ir juntos a hacer una ecografía.

Sin embargo, antes de llegar, la mujer fue asaltada por dos hombres que actuaron en una moto. Los delincuentes le arrebataron su cartera a Wilma y le dispararon tres veces con un revólver calibre 22. Un tiro dio en la nuca, otro en el hombro y el último de refilón en la cabeza.

Los agresores fueron atrapados por policías de la comisaría 1ª Central de San Lorenzo en el kilómetro 15 de la Ruta 1. 

Los asaltantes fueron identificados como Roque Javier Vera, de 43 años, y Marco Benítez Armoa, de 26 años. El primero registra frondosos antecedentes.

En poder de los “motochorros” se hallaron el arma utilizada y todas las pertenencias de la víctima.

Un buen samaritano

Dominga Noguera, la madre de la embarazada baleada dijo anoche que quería conocer al buen samaritano que detuvo su vehículo y auxilió a su hija.

Gracias al rápido traslado de la mujer hasta un sanatorio se le hicieron los primeros auxilios y su condición era estable anoche.

Wilma tiene cuatro hijos. el mayor de 15 años vive con ella. Además, tiene dos gemelas de 11 años y otro niño de nueve años. Ahora, está esperando de nuevo gemelos. 

Su familia contó que costea sus estudios universitarios con el poco dinero que obtiene con la producción de mandioca en una chacra de ocho hectáreas que tiene con dos hermanos en Maracaná.

Sin embargo, su última producción de mandioca tuvo poca rentabilidad, debido al bajo costo, por lo que andaba apretada económicamente.

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