Ferreira es oriunda de Puerto Diana, distrito de Bahía Negra, departamento de Alto Paraguay, y tras superar muchos obstáculos logró recibirse de abogada. Ayer vino hasta el Palacio de Justicia para jurar ante el presidente y la vicepresidenta de la máxima instancia judicial.
La mujer, que se desempeña como funcionaria de la Dirección Jurídica del Instituto Paraguayo del Indígena (Indi), dijo que se interesó en el derecho para poder ayudar a los miembros de su comunidad, y que a lo largo de su vida vio cómo muchos nativos son constantemente violentados en sus derechos y despojados de sus tierras por falta de asesoramiento jurídico, y para que eso no se repita es que ella tomó la decisión de ejercer la abogacía y ayudar a su comunidad.
En la ocasión, la flamante abogada pidió más oportunidades para los indígenas que están estudiando. Señaló que no es fácil para ellos salir de sus comunidades para llegar hasta la capital.
