La víctima fatal es Juan Damián Fernández (11), mientras que el propietario de la casa donde se registró la tragedia es Marcelino Urbieta (55), quien fue detenido y derivado a la comisaría 23ª Central, donde quedó a disposición de la Fiscalía. De acuerdo a los agentes, el pastor evangélico será imputado por homicidio culposo y lesión grave y se expone a una pena carcelaria de 10 años.
Supuestamente Urbieta mandó electrificar el cerco de su casa debido a que casi todas las noches era “visitado” por los maleantes del barrio, que le robaban todo lo que encontraban en el patio.
Pero la conexión eléctrica de 220 voltios fue realizada de forma casera y sin ninguna medida de seguridad y se accionaba directamente con una llave interruptor. Sin embargo, en la mañana de ayer aparentemente el pastor se olvidó de bajar la llave y cuando el niño de 11 años, quien jugaba en la calle, se acercó, quedó pegado al alambrado y falleció casi instantáneamente en el lugar. Sus otros dos hermanos intentaron auxiliarlo y ambos resultaron con graves quemaduras en todo el cuerpo.
Algunos vecinos que se percataron de lo ocurrido cortaron los alambres y liberaron a la víctimas, quienes fueron auxiliadas por la madre y luego derivadas hasta un centro asistencial de la ciudad, donde confirmaron la muerte de Juan Damián.
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Los otros hermanos fueron derivados en ambulancias hasta el Hospital de Niños Acosta Ñu, donde quedaron internados, debido a la gravedad de las heridas que sufrieron en casi todo el cuerpo, explicaron agentes de la comisaría 23ª Central de Ypané.
Los allegados de las víctimas solicitaron la ayuda de los vecinos, ya que la familia afectada es muy humilde, y el tratamiento y la recuperación de los menores de edad serán largos y muy costosos, inclusive mencionaron que el padre de los chicos se encuentra recluido en la cárcel de Tacumbú, por un hecho de reducción.
