El hecho ocurrió cerca de las 14:30 de ayer, cuando tres menores de edad y un joven de 18 años aprovecharon el día de visitas para huir del Centro Educativo de Itauguá.
Según los datos, uno de los adolescentes fue capturado minutos después del escape, en tanto que ubicaron a otro cerca de las 16:00, informó Orlando Castillo, director general del Servicio Nacional de Atención al Adolescente Infractor (Senaai).
Durante el incidente un menor de 15 años, estando sobre la muralla y a poco de ganar la calle, recibió un impacto de balín de goma en el rostro, por lo cual, una vez detenido fue llevado al Hospital Nacional de Itauguá para su atención médica.
“No está grave”, precisó Castillo al ser consultado sobre el estado de salud del interno.
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Horas después, los funcionarios penitenciarios del Servicio Nacional de Atención al Adolescente Infractor lograron ubicar a otro evadido y darle captura para llevarlo nuevamente al reformatorio.
Anoche los agentes penitenciarios continuaban la búsqueda de los otros dos fugados y para ello cuentan con la colaboración de los efectivos policiales de la comisaría 21ª Central de la compañía Mbói’y de Itauguá.
Alambrados, no murallas
Cuando fue indagado sobre las constantes fugas que se concretan en el Centro Educativo de Itauguá, Orlando Castillo respondió que por normas nacionales e internacionales los perímetros de los reclusorios de menores no pueden ser delimitados por murallas altas, sino solo con tejidos. Argumentó que la función de la institución es lograr la rehabilitación de los menores y su reinserción en la sociedad.
El alto funcionario contó que cuando un menor se fuga, en un máximo de tres días logran hallarlo gracias principalmente a los familiares, que lo llevan nuevamente al centro educativo.