Bacigalupo explicó que si bien la construcción de cuatro nuevas cárceles es un hecho, entre el proceso licitatorio y su materialización hay un periodo de por lo menos dos años, durante el cual se deben tomar medidas para paliar el hacinamiento.
La ministra aclaró que una de las cárceles se construirá en Emboscada, en un terreno contiguo al del penal actual, con una extensión de 44 hectáreas. Otra se erigirá en Minga Guazú y próximamente se dará a conocer la ubicación de un penal de máxima seguridad y una cuarta cárcel. El proyecto demandará una inversión total de aproximadamente 115 millones de dólares y dará cabida a 6.700 internos.
Mientras tanto, el Ministerio de Justicia ya acordó mesas de trabajo mensuales con representantes de la Corte Suprema de Justicia, Ministerio Público, Ministerio de la Defensa Pública y Ministerio del Interior, para erradicar la mora judicial e impulsar reformas que permitan evitar el ingreso masivo de internos por prisión preventiva.
“Esta ley tiene que ser derogada y debe quedar a criterio del juez revisar cada caso”, expresó la ministra al referirse a la ley que prohíbe la concesión de medidas a personas con antecedentes.
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La ministra anunció que fomentará programas de capacitación y trabajo en contexto de encierro e impulsará alianzas estratégicas con el sector privado para la contratación de exreclusos, y valoró la iniciativa del empresario Tomás Dávalos, de la firma Fujikura y de la Fundación Princesa Diana, que contrataron a exreos.
Asimismo, anunció el lanzamiento de la marca penitenciaria Muã en breve.
“Muã es luciérnaga en guaraní y representa la luz que brilla en la oscuridad”, explicó, tras indicar que está en proceso de inscripción.