Uno de los buscados por los organismos de seguridad bajo sospechas de integrar la logística de los narcotraficantes es Reinaldo Miranda Figueredo, quien al principio se creía que era mexicano pero que luego se confirmó su nacionalidad paraguaya.
De acuerdo a los investigadores, Miranda fue el primer contacto en el país de los narcos; se encargó de alquilar las habitaciones de los hoteles donde se instalaron, a su nombre fue alquilada la casa ubicada sobre la calle Von Poleski de Villa Elisa, que iban a usar como base de operaciones. Esta propiedad fue arrendada por G. 4.500.000 mensuales y los narcos pagaron por adelantado lo equivalente a seis meses de alquiler.
El mismo Miranda rentó el depósito de San Antonio donde tenían las maquinarias que iban a usar para enviar la droga a los países europeos.
Igualmente se dictó orden de captura contra la abogada Norma Graciela Ortiz Aranda, el contador Teófilo Dejesús Mendieta, el despachante aduanero Hernán Liseras, el auxiliar de despachante Eduardo Lesme Ortiz y el gestor Emiliano Gavilán Florentín.
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Apenas se conoció la orden de captura se presentó Liseras. Luego lo hizo Mendieta.
Supuestamente los seis fueron contratados para dar el aspecto legal a la empresa “La Paraguayita Import & Export” que crearon para camuflar las remesas de cocaína al viejo continente.
Precisamente, la estructura fue desmantelada cuando se aprestaba a realizar el primer envío de 308 kilos de la droga a Holanda. Durante la operación efectuada por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) con apoyo de la DEA, también fue capturado el jefe de la operación Jimmy Wayne Galliel, quien tendría conexiones directas con el líder del cartel, el recapturado Joaquín “El Chapo” Guzmán.
En la habitación del hotel Sheraton de Asunción que ocupaba Wayne los agentes encontraron 14 tarjetas de crédito de fondos ilimitados e intimaciones de un banco local para que justifique los importantes montos de dinero que recibía del extranjero, según la Senad.
Igualmente fueron arrestados en Villa Elisa los mexicanos Armando Carrillo, Marcos Antonio Castro, Martín Manuel Huerta Flores, en tanto que Ubaldo Alejandro López Galván logró evadir a los uniformados y se encuentra prófugo.
Dos taxistas, Pablo Eliseo Núñez y Patricio Mario Fernández, quienes fueron contratados para encargarse de la movilidad de los miembros de la organización criminal, también fueron arrestados. Estos brindaron importantes datos que ayudaron a los agentes a entender la magnitud de la operación que esta facción del cartel de Sinaloa pretendía realizar para surtir de droga a países de Europa, Asia y parte de África desde Paraguay.