Organización criminal de Pavão sigue operando en la frontera con el Brasil

Este artículo tiene 6 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2394

El asesinato a tiros del narcopiloto Jorge Enrique Fernández (27), alias Pica, confirma que la organización del capo brasileño Jarvis Chimenes Pavão sigue operando en el principal corredor de drogas y armas entre el Paraguay y el Brasil, pese a que este se encuentra preso en una cárcel del vecino país.

Pica, como se lo conocía al fallecido, era el piloto encargado de traer importantes cargamentos de cocaína y armas desde Colombia y Bolivia hasta la zona de Pedro Juan Caballero, para el clan Pavão. El audaz aviador gozaba de la plena confianza del capo narco y era uno de los principales responsables de que la organización criminal siguiera operando exitosamente en la zona de Amambay, limítrofe con el Brasil, de acuerdo a las versiones policiales

Es por ello que los enemigos de Pavão, que ahora buscan controlar la frontera y monopolizar el tráfico de drogas y armas hacia el vecino país, efectuaron un trabajo de inteligencia que aparentemente duró semanas para finalmente emboscar a Pica, en la mañana del 19 de marzo pasado en pleno centro de Ponta Porã, Brasil y asesinarlo a tiros de fusil.

El aviador estaba en una camioneta cuyo blindaje no aguantó y fue penetrado por los proyectiles.

A cargo de sobrinos 

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Fuentes antidrogas confirmaron que actualmente los negocios del clan Pavão están a cargo de Pedro Giménez da Luz (24) y Jonathan Giménez Grance (37), alias Cabeza, este último preso, ambos sobrinos de Jarvis.

Los sobrinos lograron fortalecer nuevamente a la organización y reanudar los negocios (envíos de cocaína, armas y municiones) hacia el Brasil, gracias a que lograron unirse a pequeñas bandas criminales que también se instalaron en la zona del Amambay tras la muerte de Jorge Rafaat Toumani, el 15 de julio del 2016.

De acuerdo a los uniformados, los nuevos aliados del clan Pavão son Carlos Eduardo Caballero, alias Dudu o Tapití, y Wenderley Ferreira da Rosa alias Guacho, líder de una gavilla que se hace llamar “Os Tauras”.

Según datos de inteligencia, estos tendrían un pequeño ejército de sicarios compuesto de unos 50 hombres que estarían ocultos en diferentes localidades de la frontera como Zanja Pytã, Nueva Fortuna, Cerro 21 y Cerro Memby.

Estos pistoleros son los que actualmente protegen las operaciones mafiosas que Pavão sigue manejando desde la cárcel con la estrecha colaboración de sus sobrinos Pedro Giménez da Luz y Jonathan Giménez Grance.

Por ello, policías vaticinan que la sangrienta guerra entre narcos en la frontera seca entre el Paraguay y el Brasil podría continuar por varios años más.