Las víctimas fueron identificadas como Juan Cristino Hermosa, de 55 años, y su hijo Juan Ángel Hermosa, de 23 años.
Aparentemente ambos ya no tuvieron tiempo de reaccionar y fueron sorprendidos por el fuego cuando estaban profundamente dormidos, informaron fuentes de la Policía. De hecho los investigadores descartaron que la causa del siniestro haya sido un cortocircuito, ya que la humilde vivienda no contaba con instalaciones eléctricas.
Es más, los vecinos del barrio mencionaron el nombre Augusto Ezequiel Lesme, un joven adicto al crack, como presunto responsable de haber iniciado las llamas que finalmente se cobraron las dos vidas. Agentes de la comisaría Primera Metropolitana buscaron al sospechoso durante todo el día de ayer, pero sin éxito, aunque los familiares del sospechoso aseguran que este no fue el autor del incendio.
De acuerdo a las denuncias, grupos de jóvenes adictos a la citada droga mantienen al barrio en permanente zozobra, señalaron.
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Supuestamente, los dos cuerpos inspeccionados presentaban algunos golpes, que pudieron haber sido anteriores al siniestro.