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El incidente sucedió el sábado poco antes de las 05:00, en la calle 24 Proyectada y Capitán Figari de Asunción, hasta donde fue perseguido e interceptado el joven Richar Ramón Pereira Ramírez (25), quien llegaba a su casa a bordo de un automóvil.
Según la versión policial, Richar disparó contra una patrullera de la comisaría 4ª metropolitana, tripulada por el jefe de la citada unidad, comisario principal Jorge Zárate, y por el suboficial primero Jhonie Orihuela.
Estos, según se ve en las imágenes de una cámara de seguridad, llegaron a apretar al joven y le ordenaron que se tirara al suelo. Pero cuando Pereira Ramírez estaba arrodillado frente a los uniformados, el suboficial Orihuela le disparó a quemarropa o se le escapó el tiro.
El proyectil ingresó por la nuca del joven y se alojó en la columna. Como la bala es muy gruesa, prácticamente destrozó todos los nervios de Richar, quien quedará parapléjico, es decir, inmovilizado de por vida.
Ayer, la fiscala refirió a los medios de prensa que ya tiene el video y las dos armas involucradas, en este caso la pistola del suboficial Orihuela y el revólver que supuestamente utilizó la víctima.
La familia del joven baleado denunció que los camaradas de los dos policías implicados intentaron hacer disparar a Richar el revólver calibre 22 que fue presentado como evidencia, pero que el joven cerró fuertemente el puño.
Pamela Pérez anunció que recién una vez que tenga los resultados de la pericia a las armas y el informe sobre el análisis del video va a poder determinar con certeza qué fue lo que realmente pasó.
Pero casi como una grave contradicción, la fiscala Pérez dijo que no tiene dudas acerca de que fue el suboficial Orihuela el que le disparó a Richar, mientras estaba al lado del comisario Zárate.
Por otro lado, el jefe de Policía del área metropolitana, Tomás Cristaldo, y la jefa de Relaciones Públicas, Elisa Ledesma, ofrecieron una reunión de prensa ayer de mañana, pero solo se refirieron tímidamente al caso, aunque en el departamento de Asuntos Internos se maneja que hubo un abuso de la fuerza en el procedimiento de los agentes de la comisaría cuarta, que dejaron parapléjico al joven.
Está fuera de peligro
Richar Ramón Pereira Ramírez, el joven baleado por los policías de la comisaría 4ª metropolitana, ya está fuera de peligro, lúcido, pero aún sin saber que quedará inmovilizado de por vida. El joven no puede mover sus extremidades a raíz del balazo que le destrozó la columna y que afectó sus nervios. Ayer fue dado de alta.