Nissen refiere en un escrito dirigido a la fiscala Fátima Britos que impute al suboficial inspector Arnaldo Gómez Benítez (presta servicio en la Agrupación de Seguridad), comisionado a cargo de la familia Debernardi; al oficial primero Francisco Gómez Benítez (con destino en el Dpto. contra Delitos Económicos y Financieros) y a Willian Javier Gómez Sosa (ejerce funciones en la Agrupación Montada).
Nissen indica que en la noche del 12 de julio de 2014, Sosa se acercó a los policías que estaban a bordo de un Mercedes-Benz sobre la calle Mayas del barrio Vista Alegre, escuchando música a todo volumen.
Les pidió a los policías, que en ese momento estaban fuera de funciones, que bajaran el volumen de la música, porque tenía a su madre enferma. Sin embargo, los policías se negaron a hacerlo y le conminaron que se retirara. Armín le reiteró el pedido, y allí fue agredido por los policías.
Vecinos intervinieron; de lo contrario, según la denuncia, las consecuencias habrían sido peores.
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Pasaron dos años de la denuncia, y la fiscalía aún no toma una decisión al respecto.