Por amenaza separan a dos agentes de Policía

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Dos policías que trabajaban en distintas dependencias por donde pasó el cargamento de 20 toneladas de marihuana que finalmente fue incautado el 8 de julio pasado en la zona de Katueté, Canindeyú, fueron separados del cargo ayer tras conocerse el audio de una amenaza de muerte que recibió uno de ellos. El alevoso asesinato del suboficial mayor Osvaldo Ramírez Lezcano, registrado en Curuguaty, en la noche del martes 9 de agosto pasado, también estaría vinculado a la misma incautación, señalaron los investigadores.

Los agentes separados son el suboficial mayor Lorenzo Duarte Sanabria, quien prestaba servicio en la comisaría 11ª de Santo Domingo, y el suboficial primero César Ortellado, de la subcomisaría 025 de Ko’ê Porã (ex Marquetti).

Estos dos fueron remitidos a cargo de la Dirección de la Cuarta Zona Policial, por orden del jefe de Policía de Canindeyú, comisario principal Óscar Ruiz, como una primera medida en el marco de la investigación sobre la amenaza de muerte.

Precisamente, el suboficial Duarte reconoció que recibió la llamada telefónica en la que una persona lo amenazó de muerte por haber facilitado la incautación de la droga. Pero el personal policial aseguró que el hecho se registró hace más de dos meses y que no tendría conexión con la caída de la megacarga de droga.

Sin embargo, los investigadores aseguraron que la mayoría de los agentes que prestan servicio en la zona son lugareños, y aunque sus vidas estén en peligro hacen todo lo posible para no ser trasladados ya que ello significaría abandonar a sus familias; por ello la afirmación de Duarte no es tan creíble, recalcaron.

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De acuerdo a los uniformados, los 20.000 kilos de marihuana eran propiedad del expolicía Benicio Silva, quien actualmente se encuentra prófugo de la justicia. La carga salió de la zona de Itanará con destino a Salto del Guairá.

Desde este punto, la mercancía debía ser remesada a los distintos mercados de consumo del Brasil. Sin embargo, los uniformados detectaron el vehículo en que era transportada y tras una corta persecución los narcos se vieron obligados a abandonar el cargamento en la zona de Katueté.

La primera represalia emprendida por los traficantes habría sido la muerte del suboficial Ramírez en Curuguaty, a lo que seguiría la eliminación de los otros dos agentes, que ahora fueron separados y remitidos a cargo de la Cuarta Zona Policial, informaron.