Los delincuentes fueron sorprendidos el jueves de tarde en el kilómetro 18 de la Ruta II, en el momento en que escapaban a bordo de una motocicleta con varios electrodomésticos robados minutos antes de la vivienda de Víctor Manuel Ortigoza Núñez (45), ubicada a pocas cuadras del sitio.
También portaban una mochila en la que tenían todas las herramientas utilizadas para forzar puertas y portones, además de un revólver calibre 32 de origen alemán.
De acuerdo con los investigadores, Frutos Dávalos cuenta con varios antecedentes penales y en su contra había una orden de captura por asesinato, en tanto que su cómplice, Vera Martínez tenía prisión domiciliaria, aparentemente por un hecho de robo agravado, pero fue sorprendido nuevamente en la calle y delinquiendo.
En un principio, los agentes señalaron que ambos podrían estar vinculados con el asesinato de Juan Ríos de la Cruz (51). Este fue baleado en la cara al resistirse a un asalto en la madrugada del miércoles en el barrio Kennedy de Capiatá.
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Sin embargo, con el correr de las horas las sospechas se fueron diluyendo, ya que no coincidían las características físicas de ambos con los criminales que acabaron con la vida del padre de familia.
En la tarde del ayer, el fiscal Benjamín Maricevich ordenó el traslado de los mismos a una penitenciaría nacional, disposición que fue rápidamente ejecutada por los agentes de la comisaría 8a Central de Capiatá, donde estaba detenidos, señalaron los uniformados.
Integran una red criminal
Policías confirmaron que Frutos y Vera forman parte de una consolidada estructura criminal, cuyos integrantes operan en varias ciudades del Dpto. Central.
Aparentemente, existe una persona que aglutina y lidera a estos delincuentes, les presta armas y motocicletas para asestar sus golpes y luego “negocia” todos los objetos robados.
