Las víctimas del ataque fueron Eduardo López y su esposa Mabel Castillo, ambos empleados públicos.
De acuerdo a Eduardo, las dos camionetas Kia de última generación estaban estacionadas frente a la casa y alrededor de las 02:00 escucharon una fuerte explosión e inmediatamente después las llamas se propagaron por ambos vehículos. En cuestión de minutos el fuego consumió completamente ambos rodados, pese al esfuerzo realizado por los bomberos.
Eduardo relató que meses atrás fue víctima de un asalto cuando abandonaba su oficina. Los delincuentes le robaron dinero en efectivo y tras la denuncia uno de los responsables fue detenido y encarcelado, por lo que sospecha que lo ocurrido con sus vehículos fue una venganza, explicó.
