Quiso salvar del raudal a su vecino, pero le arrastraron las aguas y murió

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El caaguaceño Ángel Sebastián Vera Acosta, de 18 años, pasó a engrosar la extensa lista de víctimas de los temporales que causan estragos en Asunción y Central, debido a falta de previsión y a la inconciencia de la gente, que sigue arrojando basura a los cauces. El joven trabajaba en un lavadero de Villa Elisa, quiso salvar a un vecino, pero fue arrastrado por el raudal y murió.

El cuerpo del joven fue hallado el domingo de tarde en un cauce de la colonia Elisa del barrio Mbocayaty de Villa Elisa, tres horas después de que fuera visto por última vez por sus hermanos Édgar Vidal Vera Acosta (25) y Óscar Fabián Vera Acosta (22), con quienes trabajaba desde hace dos años en un lavadero de vehículos situado en la avenida Avelino Martínez casi Luis María Argaña, en la zona conocida como Tres Bocas de Arroyo Seco, siempre en Villa Elisa.

Ángel Sebastián Vera Acosta trabajó hasta el mediodía de ese domingo, almorzó y después le dijo a sus hermanos que iba a dormir la siesta.

Sin embargo, después de que pasara la feroz tormenta que azotó a casi todo el departamento Central, el joven caaguaceño ya no apareció más.

Como su celular y demás pertenencias quedaron en el lavadero, sus hermanos empezaron a buscarlo y pronto se dieron cuenta de que habría salido a tratar de ayudar a un vecino afectado por el temporal.

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La búsqueda fue intensa, incluso durante toda la noche, hasta que ayer de mañana sus hermanos denunciaron la desaparición en la comisaría 13ª Central de Villa Elisa, donde recibieron la triste noticia.

Con la poca esperanza que les quedaba, los familiares del joven fueron a la morgue judicial, donde finalmente identificaron el cuerpo.

Ayer de tarde, el féretro de Ángel Sebastián fue llevado a su comunidad, Primera Línea Balanta de Caaguazú, donde fue sepultado.

Sus hermanos dijeron que se mudaron a Asunción buscando una oportunidad de salir adelante. Pero el joven trabajador encontró la muerte de la manera menos esperada. (Más información en las páginas 20 y 31).