Se trata de Luis Alberto Bernal Amarilla (60). Según fuentes consultadas, el sindicado afirma ser un ingeniero en instalaciones eléctrica que trabaja en varias instituciones como ANDE, Indert y la privada CIE, donde presuntamente capta a potenciales víctimas.
Una de ellas resultó ser César Ortellado (78), un constructor de obras de cuya confianza supuestamente Bernal se aprovechó para que, en contubernio con el escribano Enzo Doldán Riego, le hiciera firmar un poder para vender dos propiedades de 40 y 50 hectáreas que están ubicadas en San Joaquín, departamento de Caaguazú, según fuentes familiares.
“Durante todos esos años continuó teniendo la posesión de esas fincas hasta que apareció un brasileño que quería comprarlas por valor de G. 480 millones. Pedimos las condiciones de dominio del Registro Público y ahí nos dimos cuenta que las mismas fueron transferidas en el año 2012 por Luis Alberto Bernal Amarilla, quien nunca nos comentó que ya había vendido las propiedades”, manifestaron familiares del afectado.
“Empezamos a indagar y contactamos con él, pero negó haber vendido las propiedades. Cuando otro familiar le llamó le dijo que él dijo que iba a hacerse cargo del perjuicio ocasionado, cosa que hasta ahora no hizo”, añadieron.
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“Investigamos sobre sus antecedentes y nos enteramos que tenía unas 20 órdenes de captura, incluso antes de hacerle firmar el poder a mi papá ya tenía cuatro órdenes de detención”, puntualizaron.
Los familiares de Ortellado dijeron finalmente que las transferencias se hicieron en la misma escribanía de Doldán Riego por un precio irrisorio de G. 25 millones cada uno, cuando las propiedades en ese momento contaban con un valor de G. 200 millones.