Poco antes de las 06:00 del viernes, algunos de los internos observaron un gran resplandor en el taller de costura del pabellón Comunidad de Trabajadores, donde estaban instaladas todas las máquinas de coser y de bordados, además de algunas computadoras que eran utilizadas por los reos en el proceso la confección de prendas de vestir y forrado de termos. En el sitio también funcionaba un gimnasio, donde entrenaba el equipo de boxeo Los Leones de Tacumbú.
Aparentemente, nadie le dio importancia al incidente, que de acuerdo con los investigadores habría sido un cortocircuito en las instalaciones eléctricas, por sobrecarga, lo que generó las primeras llamas que rápidamente se propagaron por todo el lugar, que estaba repleto de materiales altamente inflamables como telas, cuerinas, termos de plástico y otros accesorios.
Cuando una densa humareda comenzó a emanar del sitio, el jefe de seguridad del penal, Blas Gaona Acosta (42), irrumpió en aquel sector, donde estaban descansando 130 presos, 45 en el pabellón Comunidad de Trabajadores y 85 en el de la tercera edad.
Gaona entraba y salía para sacar a todos los ocupantes del pabellón de tercera edad, incluso uno de sus subalternos le gritó que ya era peligroso el lugar, pero él volvió a ingresar a la zona en llamas en busca de más internos, pero ya no logró salir debido a que el fuego cerró la única entrada.
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El jefe de seguridad se refugió en el baño, donde abrió una ducha para refrescarse, pero quedó desvanecido. Finalmente, un grupo de guardiacárceles y reclusos llegaron hasta donde estaba Gaona tras romper los barrotes de una ventana. Uno de los presidiarios intentó inútilmente reanimarlo por varios minutos. Le derivaron al Hospital del Trauma, donde llegó muerto. El funcionario tenía el 80% de las cuerdas vocales quemadas por la inhalación de humo caliente, informaron.
Casi al mismo tiempo los internos David Roberto Frazer Gamarra (37), César Herrera Bogado (49), Francisco Javier Benítez Cristaldo (40), Alfredo Maciel (36) y Daniel Salinas (29) intentaban a toda costa rescatar las máquinas de coser y la bordadora que estaban instaladas en el taller de costura. Sin embargo, todos ellos perecieron en el intento.
Aparentemente, cayeron desvanecidos por el humo y luego fueron alcanzados por el fuego. Los cinco cuerpos fueron encontrados tendidos en el corredor del pabellón, confirmaron las autoridades penitenciarias.
Traslados
El director general de Establecimientos Penitenciarios y Centros Educativos, Artemio Vera, confirmó ayer de mañana que 50 internos del penal de Tacumbú, conocidos como pasilleros, serán trasladados a la cárcel regional de Misiones, debido a que los mismos intentaron ingresar a toda costa en la zona siniestrada en busca de algo que robar, sin medir el peligro de derrumbe, ya que toda la estructura de dicho sector quedó muy debilitada por el intenso fuego.
Entrega de cuerpos
Ayer de mañana el Ministerio Público entregó los restos de los cinco internos fallecidos en el siniestro, que fueron remitidos en la Morgue Judicial, para el reconocimiento.
El director del Departamento Forense de la Fiscalía, Pablo Lemir, aseguró que fue muy dificultoso el reconocimiento de los cuerpos ya que los familiares solo presentaron fotografías y algunos datos verbales.