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Específicamente, las armas de guerra fueron halladas dentro de una camioneta Nissan Frontier blanca, año 2015, con chapa BXE 047, que figura a nombre de Carlos Antonio Giménez Bernal.
Sin embargo, los uniformados encontraron una autorización para conducir dicho vehículo, otorgada por Silvio Gustavo Giménez Moreno a favor de la brasileña Lis Marlene Romeiro, tramitada ante un escribano de nombre Diego Roque Velázquez Alozo.
Aparentemente, los ocupantes de la Nissan, que no fueron ubicados ni detenidos, estaban como escoltas de un “patrón” que estaba al mando del otro rodado confiscado, una camioneta Toyota Tundra gris, con matrícula YAU 152.
Este vehículo está inscripto a nombre de la empresa Marketec SA, cuya casa matriz figura en la ciudad de Luque pero que en la mayoría de los registros comerciales no consigna a sus directivos. Sobre ese punto, en Paraguay existe una legislación que justamente ataca el anonimato de este tipo de sociedades constituidas, generalmente, como empresas de maletín o fachadas para administrar negocios ilícitos.
Concretamente, la Policía no halló a los ocupantes de ambos rodados, aunque sí demoró a un brasileño, quien dijo llamarse Lucas Alves Pracideli Ratier de Souza, quien se presentó como responsable de la Toyota Tundra.
Conforme a las versiones obtenidas, el “patrón” que manejaba este último vehículo sería un empresario cigarrillero.
Ambas camionetas estaban estacionadas en el centro comercial desde el viernes a la noche, cuando hubo un evento artístico.
Los ocupantes de ambos vehículos presuntamente se percataron de la vigilancia policial y decidieron abandonar los rodados.