El juicio se inició ya en la semana pasada y además de la presentación de los alegatos iniciales, ocasión en que la fiscala Claudia Morys se ratificó en la acusación contra Ilda Arca viuda de Aquino, César Miri Aquino y Ramón Jara Acosta, la audiencia prosiguió con el relato de testigos.
La primera persona en declarar fue una de las víctimas, una joven que tenía 24 años cuando viajó a Europa en el 2016, con la promesa de trabajar en un restaurante.
Presa de la organización, la misma relató que fue obligada a prostituirse por dos meses y cuando tuvo oportunidad de huir, intentó suicidarse primero cortándose las venas y luego, lanzándose del 4° piso de un edificio en Francia.
También dieron su testimonio a través de videoconferencia los policías Pablo Fernández y Pedro Bernardo, ambos de la Brigada Central de España, que relataron las tareas realizadas a partir de la denuncia de la víctima.
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Ayer, cuando el Tribunal de Sentencia presidido por Víctor Alfieri e integrado por Elio Ovelar y María Luz Martínez se disponía a recibir el testimonio de una víctima en calidad de testigo protegida, la defensa de Jara se opuso y exigió la identificación de la misma. Alfieri explicó que la legislación internacional permite la reserva de identidad de testigos, a las que individualiza por un número y que Paraguay debe respetar dichas reglas en virtud de compromisos internacionales, como el Tratado de Palermo y las 100 reglas de Brasilia, pero la defensa procedió a recusar al colegiado, para truncar la audiencia.
Operativo internacional
Los acusados Ilda Arca de Aquino, su hijo César Aquino y Ramón Jara Acosta (propietario de agencia de viajes) fueron procesados tras el operativo internacional denominado “Toblerone” realizado en febrero del 2016 en forma simultánea en Paraguay, Francia y España y que concluyó con el rescate de cinco paraguayas en España y otras tres en Francia.
