PEDRO JUAN CABALLERO (Cándido Figueredo Ruiz, corresponsal). Los secuestradores se llevaron a punta de armas de fuego, en una camioneta, a Rudimar José Stella, mayor de edad, y a Ranulfo Laurindo de Oliveira, de 69 años, ambos brasileños. Se internaron con ellos en los montes de la estancia.
Después de una hora del hecho, los dos delincuentes que cometieron el rapto liberaron a Rudimar Stella a fin de que vaya a la vivienda de la estancia en busca de 100.000 reales, para pagar por la libertad de su suegro.
Sin embargo, Stella fue directamente hasta la Comisaría 4ª de Capitán Bado, donde denunció el hecho.
En ese momento se encontraban en la Comisaría el jefe de Policía de Amambay, comisario Leoncio Ozuna Giménez, y el director de la 2ª Zona policial, comisario general Rufino Gill, quienes de inmediato montaron un operativo de búsqueda y rescate de Ranulfo Laurindo.
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La estrategia era llegar de sorpresa hasta el lugar pactado para la entrega del dinero. Por esa razón, Rudimar Stella fingió que estaba llevando el dinero exigido y se acercó hasta el sitio donde esperaban los secuestradores, acompañado sigilosamente de policías.
Varios agentes policiales estaban ocultos en la carrocería de dos vehículos y una vez que llegaron a una zona boscosa, en donde fue combinada la entrega del dinero, se esperó unos 20 minutos hasta que un hombre encapuchado y armado con un rifle salió del bosque como para recibir el dinero. Al ver a los agentes del orden realizó varios disparos, que fueron contestados por los policías. Con el intercambio de disparos se inició una persecución en medio de la zona boscosa.
En la huida, los delincuentes dejaron abandonado a De Oliveira, quien fue rescatado en ese instante. Los secuestradores lograron escapar dejando en el camino un rifle calibre 22. Se presume que uno o más miembros de la banda de delincuentes estarían heridos.
Ambos brasileños regresaron sanos y salvos a la estancia y agradecieron la rapidez con que se movilizaron los agentes policiales para liberarlos.
Ahora el caso quedó a cargo del fiscal Álvaro Rojas, quien hoy llamará a declarar a las víctimas.