Cuando se habla de verano en Punta del Este, uno rápidamente lo relaciona con vacaciones, playa, sol y descanso. Sin embargo, para muchos paraguayos, ir a dicha ciudad significa aprovechar la temporada para trabajar, ganar un dinero extra importante y luego volver al país para enfrentar el año.
Fue así que un grupo de al menos diez paraguayos fue a laborar en el restaurante “El joven Marino”, pero la iniciativa terminó con denuncia sobre posible explotación en condiciones totalmente arbitrarias de trabajo.
La intervención, que se realizó el 30 de diciembre último pero recién trascendió en estos días, fue encabezada por la Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social (IGTSS), dependiente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) de Uruguay. Este organismo tuvo que tener el acompañamiento de la policía local para intervenir, ya que el propietario del local, identificado como Carlos Marrero –empresario que también abrió el mismo local en Asunción– impidió en principio que los interventores de la Inspección de Trabajo puedan ingresar.
Una vez dentro, los inspectores –que estuvieron bajo la coordinación de Gerardo Rey– y los policías, se percataron de la presencia de al menos 10 trabajadores paraguayos (cinco hombres y cinco mujeres) que no tenían documentación alguna; es decir, sin ingreso al país ni contrato de trabajo, y algunos ni siquiera contaban con documentos de identidad.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Comprobaron además que los mismos trabajaban bajo condiciones precarias, ya que no podían salir del local y dormían en el depósito del establecimiento de comidas, en donde debían compartir un solo baño. No contaban ni siquiera con cama.
La historia de estos paraguayos saltó luego de una denuncia realizada por dos trabajadoras del restaurante, quienes se acercaron hasta el Sindicato Único Gastronómico y Hotelero del Uruguay (SUGHU) al ser despedidas del local. Así confirmó Óscar Andino, directivo del gremio en conversación telefónica con ABC Color.
El periódico “La diaria”, en su portal web, hace alusión a una nota con Carlos Marrero. El empresario dice que en “El Joven Marino” (ex El Viejo Marino) está buscando reunir todos los papeles para demostrar que no hay ninguna irregularidad con la presencia de los extranjeros en el local.