Sala de juicio permanece ocupada, mientras preparan otras acciones

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Tras pasar la noche en la sala de juicio, defensores y simpatizantes de los 11 condenados por la masacre de Curuguaty decidieron seguir en el recinto por tiempo indefinido. Nulidad, apelación, casación o inconstitucionalidad, la defensa no ha resuelto aún el camino a seguir para revertir el fallo adverso a sus clientes, sentenciados a penas de 4 a 35 años de reclusión.

El abogado Pablo Aguayo, uno de los defensores de los condenados por la masacre de Curuguaty, explicó que recién una vez que accedan al fallo íntegro, podrán determinar el recurso a ser utilizado.

“Puede ser nulidad, apelación, casación o acción de inconstitucionalidad”, indicó el letrado.

“Todo el proceso fue irregular, tanto la etapa investigativa como la etapa intermedia, la audiencia preliminar en la cual se han violentado las garantías procesales y también quedaron pendientes relaciones de incidentes por las pruebas que habíamos solicitado y no se habían incluido al inicio del juicio oral y público, entonces existen una serie de violaciones de garantías procesales que vamos a tener que analizarlo”, acotó.

Por disposición de la Corte Suprema de Justicia, la directora de Derechos Humanos, Nuri Natalia Montiel, llevó colchones y frazadas a los simpatizantes de los condenados que decidieron pasar la noche en el Palacio de Justicia

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La alimentación fue con bocaditos y frutas cuyo ingreso fue propiciado por organizaciones de derechos humanos, mientras los policías encargados de la seguridad del Palacio compartieron su cocido con los manifestantes.

El pasado lunes, Rubén Villalba fue sentenciado a 30 años de cárcel, más otros 5 de medidas de seguridad. Luis Olmedo a 20, Arnaldo Quintana y Néstor Castro (18). Fanny Olmedo, Dolores López y Lucía Agüero (6 años en sus casas hasta que el fallo quede firme), Felipe Benítez, Adalberto Castro, Alcides Ramírez y Juan C. Tillería fueron liberados al cumplir la pena de 4 años.

Persecución de la Corte

Víctor Azuaga, abogado defensor, denunció ayer una supuesta persecución de la Corte que le inició un sumario por faltarle el respeto a la fiscala Liliana Alcaraz, durante la lectura de la sentencia condenatoria.

El profesional dijo que la Secretaría del Consejo de Superintendencia intentó “notificarle” ayer de la apertura de un sumario administrativo para cazarle la matrícula. Sobre la falta de respeto a la fiscala Alcaraz, Azuaga indicó que la llamó “macumbera” porque durante los alegatos finales la agente “entró en trance, ya que se imaginó a Rubén Villalba y Luis Olmedo como los autores de la masacre”.

Juez habla de campaña de desinformación

Antes de dar a conocer la condena en el caso Curuguaty, el presidente del Tribunal de Sentencia, Ramón Zelaya, dijo que durante el juzgamiento se respetaron “todos los principios de inmediatez y oralidad” y se garantizó el debido proceso.

Asimismo, indicó que en torno al juicio se desataron todo tipo de conjeturas, valoraciones, suposiciones y tergiversaciones de organizaciones políticas, sociales y eclesiásticas “ajenas al proceso”, lo que creó un “ambiente de desinformación en la ciudadanía”. Negó que en los casi un año de juicio el tribunal haya recibido “orientaciones”.

Posteriormente, en reunión de prensa aseveró que se probó que Rubén Villalba y Luis Olmedo dispararon al subcomisario Erven Lovera. Afirmó que existieron “testificales, filmaciones, pruebas de nitratos y nitritos y la reconstrucción de los hechos”.

El magistrado indicó que se probó la invasión porque las tierras eran de Campos Morombí, conforme a un fallo de usucapión firme y ejecutoriado en el fuero civil.

Zelaya integró el tribunal junto a sus colegas Benito González y Samuel Silvero.