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La encomienda consistía en un velador con base de madera.
En presencia de la magistrada, los agentes antidrogas procedieron al desarme del artefacto y a la destrucción de sus base, en cuyo interior fueron hallados dos paquetes envueltos en plástico transparente y negro que contenían 471 gramos de cocaína en forma líquida.
La droga aparentemente fue adulterada con otras sustancia, pues al momento de su verificación los intervinientes notaron que expedía un fuerte aroma a menta, presumiblemente para despistar a los canes antidrogas de la institución que fija oficina en la principal estación aérea del país.
De acuerdo con la información proporcionada por la Senad, el valor de la droga incautada es de 45.000 dólares americanos.
Los antecedentes del hecho señalan que la sustancia estupefaciente fue detectada por el can antidrogas “Zack”, que alertó a los agentes especiales de la Senad durante un control de rutina realizado en la zona de cargas y encomiendas del aeropuerto sobre la existencia de un paquete sospechoso.
Luego del procedimiento, los antidrogas comunicaron el hecho al agente fiscal Hugo Volpe, quien dispuso la retención de la encomienda, que tenía como destino Croacia.