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Señala que dicha situación se produjo en asociación con el Abog. Luis M. Giménez y otro alemán de nombre Dieter Riensberg, de quienes el acusador dice que ya habían realizado un hecho similar en la ciudad de San Bernardino contra otro germano: Andrea Josef Treitinger.
Según Josef Peter Burg, la casa de la que le echaron pertenece a Werner Henerth Bahlk y a su esposa Sigrid Bahlk, y que él es el cuidador. Agrega que dichas personas residen desde hace varios años en Alemania y que no pueden viajar al Paraguay por su avanzada edad, por lo que no pudieron haber firmado un poder o documento del que se valieron los denunciados para hacer el desalojo, que el papel habría sido “fraguado”.
El poder general fue supuestamente otorgado al Abog. Luis M. Giménez para que venda la propiedad a Dieter Riensberg, en fecha 14 de agosto del año 2013. Este acto fue realizado ante la escribana María Rosana Cabañas de Bordón de Fernando de la Mora.
Sin embargo, según mencionó Peter Burg, la pareja ya no viajó a Paraguay desde hace más de diez años y que eso es muy fácil de comprobar a través de la Dirección de Migraciones.
Apresuramiento
Con ese documento se inició una demanda sumaria de desalojo del cuidador y su familia ante el juez de paz Hernán Franco Villasanti, quien en un proceso rápido, sin siquiera notificar a la parte afectada, ordenó el deshaucio sin más trámites.
Estas mismas personas participaron de un hecho similar en San Bernardino, que luego de la publicación del caso el desalojo fue revocado. Dada la similitud de este hecho con el mencionado por Burg, en esta región se afianza la sospecha de que existe una gavilla que pretende estafar a extranjeros.
Según mencionó Burg, la pareja de ancianos alemanes le habían dejado a él y a su esposa el cuidado del inmueble, y que se comunicó siempre con ellos a través de internet. Relató que el 6 de noviembre del año pasado ocurrió el desalojo, sin que los moradores estuvieran presentes.
Mencionó que en dicha ocasión fueros rotos el candado y las cerraduras de la casa para forzar la entrada. Burg dijo que le fueron sustraídos dinero en efectivo que tenía guardado en su ropero además de joyas antiguas pertenecientes a su esposa Beatriz Mazó, entre otras cosas.
Añadió que tardaron tres días en sacar sus pertenencias del lugar, causando ello un grave perjuicio a su pequeña niña de un año de edad, cuyos medicamentos se encontraban dentro de la vivienda.
Desde aquel día han tratado de hablar con el juez de paz para que se les restituya la casa, pero ni siquiera los ha recibido, según Burg.
La Corte Suprema remitió al Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados los antecedentes del citado juez, quien además tiene encima otras acusaciones, se informó. Intentamos comunicarnos con Franco Villasanti, sin éxito.