El hecho criminal ocurrió en el autoservicio San Jorge, ubicado sobre la calle General Díaz de Piribebuy. Hasta ahí llegaron los dos hombres en una motocicleta y uno ingresó sin sacarse el casco, extrajo un arma y apuntó primero a la cajera, luego tomó a un niño que estaba sentado en el sitio, para forzar la entrega del botín.
Amenazó con disparar al menor si la cajera –Wilma Cabrera (32)– se resistía a entregar todo el dinero que había. Al parecer la mujer en un principio no quiso dar la recaudación alegando que no había dinero en su poder.
Sin embargo, cuando Wilma Cabrera se percató de que la vida del menor estaba en peligro, presa de los nervios tiró los billetes al suelo. El asaltante obligó a otro de los clientes que junte todo el dinero mientras seguía apuntando al pequeño, quien del susto quedó quieto.
Una vez que el hombre tuvo todos los billetes salió corriendo del negocio y subió a la motocicleta manejada por su cómplice y que le estaba esperando, con el motor en marcha. Los dos sujetos escaparon sin que se los pueda detener, pese a que la Policía montó varios puestos de control tras el asalto. Los dos malvivientes desaparecieron de la ciudad.
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La filmación
Todo lo ocurrido fue grabado por el sistema de seguridad con que cuenta la despensa, pero el asaltante que ingresó al lugar tenía puesto un casco de color rojo que le cubrió el rostro.
El comisario principal Secundino Caballero, jefe de la comisaría jurisdiccional que tomó intervención en el hecho criminal, señaló que están analizando las imágenes del circuito cerrado y expresó que mediante ese medio iba a ser difícil identificar a los ladrones porque tenían cascos. Sin embargo, tienen otras pistas que les podría ayudar a hallar a los malvivientes.
El comisario Caballero manifestó que dicho asalto ocurrió 43 días después del anterior en la zona. Sus subalternos están haciendo un buen control pero este hecho se les escapó, dijo. Mencionó que el asalto fue casual porque hay pocos hechos delictivos en Piribebuy en los últimos meses.
El uniformado resaltó que existe un buen trabajo coordinado entre la Policía local y los vecinos, quienes se organizaron para ayudar a la labor de los agentes en diferentes puntos de la ciudad y no solo en el centro, donde hay más actividad.
Es más, recalcó el comisario que en un flagelo que anteriormente era preocupante, como el abigeato, ahora el índice descendió mucho.