Tragedia con pirotecnia en México debe encender alerta en Paraguay

Este artículo tiene 9 años de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2399

Pese a la desgracia que le costó la vida a 36 personas, mientras que otras 72 resultaron con graves lesiones en una explosión en un mercado de pirotecnia en México, el martes último, los principales centros comerciales en nuestro país permanecen minados de estos peligrosos elementos. El doctor Jesús Marín explicó las terribles secuelas que puede dejar en una persona la detonación de estos artefactos.

Al día siguiente de la tragedia en el mercado de pirotecnia de Tultepec, estado de México, ocurrida el pasado martes, el Mercado 4, el centro comercial más importante y desordenado de Asunción, amaneció ayer con cientos de puestos de venta de petardos, luces de bengala y bombas de estruendos fabricados a base de pólvora. Los 36 muertos, 72 heridos graves y más de cien desaparecidos no sirvieron para concienciar a los comerciantes sobre la peligrosidad de manipular estos elementos en lugares cercanos a puestos de venta de comidas cocinadas en el lugar, personas que se pasean alegremente con cigarrillos prendidos entre los dedos, sumados a las conexiones clandestinas de electricidad.

Años atrás, la Comuna capitalina había determinado que la Plaza de la Amistad, ubicada en Ana Díaz y Pozo Favorito, en las inmediaciones del Mercado 4, sea el lugar exclusivo de venta de bombas, pero actualmente solo un reducido número está instalado en el lugar, mientras que los demás volvieron a minar de explosivos el centro comercial, poniendo en peligro la vida de miles de personas que llegan diariamente al lugar para las compras de fin de año. Esta situación también se repite en todos los mercados municipales en el interior de país.

Autoridades municipales y la Policía Nacional prácticamente se desentienden del grave problema y no actúan con mano dura con los comerciantes alegando que la Dirección de Material Bélico (Dimabel) es la encargada, según la Ley 4036/10, para controlar la producción, almacenamiento y venta de estos artefactos.

El doctor Jesús Marín, con casi tres décadas de experiencia en atención a pacientes con traumas producidos por petardos, también advirtió las severas consecuencias que puede acarrear el uso de los fuegos artificiales, especialmente en menores. En una visita a radio ABC Cardinal, el médico habló del poder de destrucción de las bombas que comúnmente se usan en las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Entre otros consejos, dijo que cuando se produce una herida sangrante o una quemadura a raíz de la explosión de petardos, lo más recomendable es cubrir la parte afectada con un paño mojado y levantar el brazo a la altura del corazón, para detener la hemorragia. Señaló que no es recomendable aplicar cualquier tipo de cremas, como generalmente se hace, y reveló, por ejemplo, que una buena opción para calmar el ardor es sumergir la parte afectada en leche fría.