En la fecha, el Tribunal integrado por Manuel Zelaya (presidente), Benito González y Samuel Silvero continúa con la recepción de documentales, tarea que podría durar dos días.
Aún están pendientes las declaraciones de unos 15 testigos de ambas partes, que de no presentarse en el transcurso de la semana, el colegiado podría prescindir de sus relatos si los que propusieron están de acuerdo.
Una vez terminada esta etapa se procederá a la exhibición de evidencias y materiales como cedés, que también podría durar dos días. Concluida la recepción de estas pruebas, los magistrados deberán trasladarse a Curuguaty, para verificar el lugar donde se produjo el enfrentamiento. Podrían cotejar las versiones de los testigos.
“Si el juicio no se incidenta, en dos semanas podríamos estar presentando los alegatos finales”, comentó ayer a nuestro diario el fiscal Nelson Ruiz.
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“Los testimonios más contundentes y gráficos lo dieron los primeros personales policiales que concurrieron a prestar declaración testimonial, que ratificaron cada uno de ellos la situación de violencia ejercida por los campesinos ahora acusados especialmente por Rubén Villalba, Avelino Espínola (fallecido en el enfrentamiento), sindicados como los más violentos”, comentó Ruiz.
La masacre de Curuguaty, ocurrida el 15 de junio de 2012 durante un desalojo en Campos Morombí, dejó 17 muertos (seis policías y once campesinos) y desencadenó en el juicio político y la destitución del entonces presidente de la República, Fernando Lugo. Rubén Villalba encabeza la lista de 11 acusados por homicidio doloso en grado de tentativa, invasión de inmueble y asociación criminal.