En la noche del 28 de agosto del 2014, Cristina Ayala, de 20 años de edad, estudiante de enfermería, se convirtió en la víctima fatal del “robo de banderas”, una práctica común entre barras de fútbol, para despojar al equipo contrario de su símbolo más preciado.
Tras asistir al partido entre Cerro Porteño y Rentista de Uruguay, la joven regresaba con amigos de la cancha cuando fueron emboscados por un grupo de olimpistas, en Artigas y Juan de Salazar.
Durante el ataque se registraron varios disparos, uno de los cuales impactó en la cabeza de la joven.
De los numerosos detenidos con relación al crimen, llegaron a juicio oral y público Bruno Ruiz Díaz y Juan Ramón Laspina, ambos acusados por homicidio y perturbación de la paz pública.
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En sus alegatos finales, la fiscala María José Abed solicitó 23 años de cárcel para Ruiz Díaz por el homicidio y 5 años de prisión para Laspina por perturbación de la paz pública, porque ningún testigo lo vio armado en el lugar.
El tribunal de sentencia presidido por Wilfrido Peralta e integrado por Carlos Hermosilla y Fabián Escobar, sentenció en la tarde de ayer a Ruiz Díaz a 20 años de cárcel y a la Laspina a 4 años y 8 meses de reclusión.
“Yo creo que ahora mi hija puede descansar”, expresó entre lágrimas su madre, tras recordar que además del tiro, su hija recibió fuertes golpes en la cabeza.
