El caso de Rodrigo Javier Romero (21), de Colonia Oñondivepa, distrito de San Estanislao, departamento de San Pedro, conmovió a los cientos de peregrinos que lo vieron llegar de rodillas hasta la explanada de la Basílica, para desplomarse frente a la imagen de la Virgen.
De inmediato, el joven fue socorrido por paramédicos apostados en el sitio. Uno de sus acompañantes indicó que desde el jueves están peregrinando en un grupo de nueve. Recorrieron a pie más de 200 kilómetros. Resaltó que Romero estuvo a punto de morir por una dolencia que los médicos no pudieron identificar, ya que los estudios no arrojaban nada. Dijo que algunos sacerdotes le dijeron que su dolencia podría ser producto de brujería, por lo que se encomendó a la Virgen y sanó.
