Pese a recesión, la Virgen trae bonanza a los vendedores

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Don Juan Antonio Quintana muestra la gran variedad de artículos religiosos de su negocio, al lado de la Basílica Menor de Caacupé. Con orgullo contó que su familia desde hace más de 50 años está en el mismo  lugar.
Don Juan Antonio Quintana muestra la gran variedad de artículos religiosos de su negocio, al lado de la Basílica Menor de Caacupé. Con orgullo contó que su familia desde hace más de 50 años está en el mismo lugar.

Las festividades de la Virgen de Caacupé siempre traen bonanza al comercio, igual que ahora a pesar de las dificultades económicas. La venta es buena y mejor que el año pasado, nos dijeron.

En la mayoría de los puestos permanentes de venta de productos donde consultamos en Caacupé nos aseguraron que la venta es buena, con leve mejoría que en años anteriores. Estiman que hay más cantidad de fieles este año, sencillamente porque “el día de la Virgen cae bien, un fin de semana”.

Las numerosas santerías, los puestos de chipas y comestibles son los más exitosos, según señalaron sus dueños. Los tradicionales bidones azules con figura de la Virgen, la alfarería y los recuerdos en remeritas y figuras en cerámica también tienen buena salida, nos afirmaron.

Rosana Ozuna, de un puesto de venta de figuras de la Virgen y otros artículos religiosos, en el área de Tupãsy Ykua, asegura tener muy buena venta, mejor que del 2018. Destacó que hace cerca de 40 años que están en el lugar con su familia.

En esta zona, en un puesto permanente de alfarería sus propietarios también hablan con entusiasmo de la mayor cantidad de gente y venta que hay este año en Caacupé.

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La pareja de jóvenes integrada por Hugo Cáceres y Rosany Centurión expresaron que en su puesto permanente en las cercanías de la Basílica Menor, donde tienen artículos en gran parte confeccionados por ellos, tienen muy buena aceptación. Ellos siguen la tradición familiar de los Belotto que desde hace décadas se dedican a la artesanía, contaron.

Juan Antonio Quintana, quien tiene un comercio solo separado por una calle del gigantesco templo de Caacupé, en cambio, manifestó que aunque pareciera que hay más fieles que el año pasado, “no hay circulante”, por lo que la venta es regular. Destacó que el negocio a su cargo desde hace más de 50 años está en el lugar. Varios vendedores ambulantes consultados dijeron que la venta es escasa.