Llamó la atención que se haga en la calle en esta época de pandemia y de escasez de alcohol en el mercado. En algunos lugares se venden a G. 10.000 el litro, pero normalmente cuesta G. 5.000.
La petrolera del Estado, que fabrica el producto bastante exigido para desinfectar las manos, había decidido entregar en los hospitales y a todas las instituciones que solicitaban, tras suspender su distribución el pasado 14 de marzo a raíz de la aglomeración de personas frente a la planta de Villa Elisa.
Una de las personas que hacía la transferencia en plena calle –a nuestra consulta– señaló que podíamos conseguir el alcohol enviando una nota a la petrolera. “Somos de la Policía, puede conseguir enviando la institución una nota a Petropar”, dijo. El otro conductor del móvil particular espetó que “seguro sabía cómo se hacía si estaba en Petropar hace instantes”. Ingresamos a Petropar en una ambulancia que también había ido a buscar alcohol.
Según datos del Registro Único del Automotor (RUA) la matrícula HFV401 está registrada a nombre de la Policía. El otro vehículo figura a nombre de Esteban Alcaraz, un suboficial del Departamento de Investigaciones, y de su esposa Nélida Beatriz Montiel.
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La comisaría María Andrada, jefa de Relaciones Públicas de la Policía, dijo no estar al tanto del tema y que la chapa HFV401 no corresponde a la Policía. No volvió a responder cuando le enviamos parte de la planilla del RUA en la que figura que es propiedad de la Policía.