Aislados, pero con una fe más profunda

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Sillas sin feligreses, pero  con palmas que dejaron las familias para retirar una vez bendecidas durante la misa presidida por Mons. Juan Bautista Gavilán, en  la catedral de Coronel Oviedo.
Sillas sin feligreses, pero con palmas que dejaron las familias para retirar una vez bendecidas durante la misa presidida por Mons. Juan Bautista Gavilán, en la catedral de Coronel Oviedo.

La cuarentena por la pandemia del coronavirus hizo que el Domingo de Ramos fuera recordado en ais- lamiento en diferentes rincones de nuestro país. Misas sin feligreses, recorridos en vehículos de la imagen de la representación de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, familias arrodilladas, santiguándose o en posición de oración frente a sus casas o al costado de las calles con ramos de palma en las manos, fueron las estampas del domingo de renovación este año. Un detalle: no se vio personas tomando fotografías de los actos con teléfonos celulares.