“Cuando supe que salió positivo mi fortaleza y contención fue la espiritual y la emocional por familiares, pero la principal contención es la espiritual, me agarré de los Salmos, porque hubo noches muy duras”, dijo.
No requirió de terapia intensiva ni soporte de respiradores porque no tuvo falta de aire, “gracias a Dios no llegué a terapia intensiva, sí problema del gusto y la fiebre, y sobre todo el temor a algo peor. Todo fue bastante duro”, reiteró.
Cuando empezó a enfermar no tenía muchos síntomas respiratorios. Fue hospitalizado nueve días después porque no le bajaba la fiebre y la radiografía que le habían hecho le indicó infección en los pulmones.
Estuvo internado 14 días en sala abierta, con todas las medidas de rigor, en un pabellón de aislados habilitado en el Centro Médico Bautista.
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Un día después de su hospitalización personal del Ministerio de Salud le tomó muestras y el resultado dio positivo.
A partir de ahí se aisló. No contestó llamadas telefónicas y dejó de ver las noticias, que considera que fue sano, porque la mente trabaja a mil y afecta al espíritu.
Después de salir negativo al virus fue dado de alta, se fue a casa, pero siguió aislado 14 días más. Le dieron autorización de volver al trabajo recién la semana pasada.
Si hay discriminación es por el temor y personalmente no sintió eso. Cree que el comportamiento de masa es diferente al comportamiento individual.